Cómo se trata el agua del grifo en tu municipio para que sea potable
La calidad del tratamiento del agua por parte de tu municipio es esencial para obtener un suministro seguro de agua potable. Los productores de agua y los organismos regionales de salud asumen la responsabilidad de garantizar que el agua sea siempre potable, de modo que la gente tenga confianza en beber del grifo. La labor de vigilancia de las autoridades debe garantizar que los posibles contaminantes nunca supongan una amenaza para la salud humana. El agua pasa por varias etapas de tratamiento antes de llegar a tu casa. La filtración y la purificación eliminan los metales pesados, los compuestos orgánicos peligrosos y las toxinas artificiales, entre otras cosas.
El agua extraída directamente del medio natural debe pasar primero por un complejo sistema de varias etapas para eliminar las impurezas, las bacterias y los parásitos y ser segura para beber. Además, los servicios públicos deben tratar el agua para mantenerla limpia e inodora cuando entra en tu casa, oficina, despacho, taller, etc. Estos son los llamados criterios organolépticos. Cuando llenamos un vaso en el grifo, asumimos que el agua es lo suficientemente segura para beber. ¿Pero has pensado alguna vez en cómo se trata? ¿Qué sabes sobre los procesos específicos por los que pasa tu agua para hacerla apta para el consumo humano?
¿Por qué necesitamos tratar el agua?
Las empresas y servicios públicos que producen agua potable se abastecen de aguas superficiales y subterráneas. Las aguas subterráneas pueden contener parásitos patógenos, microorganismos y sustancias metálicas que se encuentran en los suelos.
Las aguas superficiales incluyen lagos, ríos y arroyos. La escorrentía de las aguas pluviales de los sitios agrícolas puede dar lugar a la presencia de nitratos y plaguicidas en los ríos y arroyos, que terminan en el suministro de agua potable. Las fuentes de agua subterránea consisten en acuíferos y lagos subterráneos que recogen la lluvia que se ha infiltrado a través de grietas y poros en la roca. Las aguas subterráneas se explotan cuando no hay suficientes recursos de agua superficial disponibles. Cuando el agua fluye a través de las rocas, puede transportar elementos como por ejemplo el arsénico a los acuíferos.
En Francia, por ejemplo, en julio de 2019, el organismo regional de salud informó de que los niños del Valle de Oriel tenían niveles anormalmente elevados de arsénico. La anomalía fue causada por una antigua mina de oro que había estado cerrada durante 15 años. Se cree que las inundaciones del año anterior causaron que el arsénico fluyera por los suelos de la región.
Los organismos competentes de salud se encargan de hacer cumplir las numerosas normas de seguridad del agua potable para garantizar que ésta pueda consumirse sin peligro. El tratamiento debe ser capaz de producir agua que cumpla con los umbrales mínimos de seguridad para más de 80 sustancias o elementos peligrosos.
¿Cómo se trata el agua?
El agua es uno de los alimento más controlados, sino el que más. Pasa por un riguroso proceso de tratamiento que elimina cualquier compuesto que suponga una amenaza para nuestra salud. Este proceso de tratamiento consiste principalmente en cuatro pasos que harán que el agua esté «suficientemente limpia» para su consumo.
1. Floculación
Se utiliza un coagulante químico para eliminar el 90% de los sólidos en suspensión y crear una masa sólida llamada flóculo.
2. Sedimentación
Como el flóculo es más denso que el agua, deriva al fondo del depósito durante un proceso de sedimentación y se asienta en una capa removible.
3. Filtración
Una vez que se retira el sólido en suspensión, el agua clara restante pasa por filtros de arena, grava o carbón que eliminan las partículas disueltas, los parásitos, las bacterias, los virus y los productos químicos tóxicos.
4. Desinfección
El último paso en el tratamiento del agua es la desinfección con cloro. Este proceso elimina los patógenos restantes y mantiene el agua limpia al pasar por las tuberías.
Ventajas y desventajas del tratamiento del agua
Aunque todos los sistemas de distribución municipal pasan por un proceso de tratamiento estándar, el agua de tu municipio puede someterse a diferentes niveles de tratamiento dependiendo de su procedencia. Por ejemplo, las aguas superficiales requieren un nivel más alto de coagulación, sedimentación y filtración que las aguas subterráneas. Esto se debe a que es probable que el agua tomada de lagos, ríos y arroyos contenga más sedimentos y contaminantes que las aguas subterráneas, que ya han sido parcialmente filtradas de manera natural.
Cada fuente de agua también requiere una desinfección para asegurar que el agua sea segura para beber. Generalmente, la desinfección utiliza cloro, cloraminas, ozono o radiación UV.
El cloro es eficaz para eliminar los patógenos microbianos. Se utiliza ampliamente como desinfectante, aunque la reglamentación española (Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano) limita su concentración de cloro libre residual a 1 mg/litro en el agua potable. La presencia de cloro no está exenta de inconvenientes. A algunos consumidores no les gusta el olor o el sabor del agua clorada.
Los riesgos asociados al exceso de cloro han llevado a los productores de agua potable a buscar otras opciones de desinfección. La ozonización se utiliza a menudo para eliminar los patógenos de los suministros de agua tratada. Sin embargo, todavía se necesita una pequeña cantidad de cloro porque el ozono no puede garantizar la pureza del agua una vez que ésta sale de la planta de tratamiento.
Otra opción de desinfección es la luz ultravioleta. Los rayos UV de una lámpara destruyen los virus y las bacterias.
¿El tratamiento del agua es siempre perfecto?
A pesar de los controles y seguimientos, el tratamiento del agua no siempre es perfecto. En diciembre de 2019, la red de agua potable de la región francesa de la ciudad de Grasse tuvo que ser suspendida debido a la contaminación por excrementos de ovejas, que causó 129 casos de criptosporidiosis.
Las inundaciones también pueden causar problemas de salud que son difíciles de controlar por las autoridades. Existen regiones que tienen regularmente prohibido el consumo de agua del grifo durante varias semanas a causa de las fuertes lluvias que interrumpen el suministro de agua potable. Estos acontecimientos muestran los límites de las infraestructuras municipales y sus debilidades, y la importancia de tomar las medidas adecuadas para evitar estos problemas cuando sea posible.
Fuentes de agua para agua potable purificada
Sólo hay una forma de garantizar la seguridad del agua potable local: instalar un sistema de filtración y purificación conectado directamente al grifo.
Un dispensador de agua utiliza una serie de tecnologías para purificar el agua corriente. En primer lugar, un filtro de carbono de alto rendimiento elimina los pesticidas y metales (el plomo, cobre, etc). Otro filtro cerámico de diatomea altamente comprimida se encarga de filtrar el agua de metales como el hierro y el azufre además de partículas y bacterias peligrosas para la salud como la tifoidea, cólera y disentería, proporcionando agua de calidad a través de un proceso 100% libre de químicos.