Eficazmente filtrada, el agua del grifo no tiene nada que envidiar al agua embotellada. Descubre algunas de nuestras soluciones para purificarla.
Las jarras filtrantes no son tan eficientes como parece
Según la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria francesa (Anses), el uso de una garrafa para filtrar el agua del grifo es, en el mejor de los casos, ineficiente, y en el peor, incluso arriesgado: mal mantenidos, estos sistemas de filtración pueden convertirse en verdaderos hervideros de bacterias patógenas. Si desea conservar su jarra filtrante, la Anses te aconseja que cambies los cartuchos con frecuencia, que mantengas tu jarra en la nevera y que consumas el agua durante las 24 horas siguientes a la filtración.
Opciones para filtrar el agua
Para eliminar los metales pesados, los nitratos y otros residuos de pesticidas del agua potable, opta por un grifo con un sistema de filtración incorporado. Práctica, estética y discreta, esta solución te costará unos cientos de euros pero puede ser una buena inversión. También puedes invertir en un filtro para debajo del fregadero por el mismo precio. Es un sistema fácil de instalar que garantiza agua saludable sin mal sabor.
Métodos naturales para filtrar el agua
Si no estás listo para invertir en alguno de estos dispositivos, las alternativas ecológicas pueden interesarte: Binchotan es una marca de carbón activado que purifica naturalmente el agua del grifo. Mételo en tu jarra (2 litros máximo) y déjalo descansar unas horas antes de disfrutar de un agua clara y enriquecida con minerales. También puedes probar las perlas de cerámica, pequeñas cuentas que contienen una arcilla purificadora, que elimina el cloro, la cal, pero también los microorganismos patógenos.