Las tuberías de agua de casa están sometidas a muchos cambios de presión y temperatura. En la mayoría de casos no escuchamos sonidos que nos llamen la atención, pero siempre hay excepciones.
A veces al abrir o cerrar los grifos sí que se escuchan ruidos. Algunos de los sonidos que se escuchan no son más que reacciones naturales a los cambios de temperatura o de presión, sin embargo otros sonidos o ruidos que provienen de las tuberías pueden indicar que existe un problema más serio y pueden causar daños en la instalación.
La clave para solucionar los problemas es identificar el tipo de ruido que se escucha, en que zona o área se escucha y cuando se escucha. Con esta información, en principio, sería relativamente fácil de deducir que tipo de problema existe.
Algunos de los problemas más comunes relacionados con los sonidos en las tuberías de agua al abrir o cerrar los grifos son los siguientes:
Golpe de ariete
Los golpes de ariete son uno de los problemas más comunes cuando se trata de ruidos que provienen de las tuberías. Cuando el agua está corriendo y se cierra de repente, el líquido que fluye no tiene adónde ir y al cerrar el grifo la alta presión en las tuberías hace que el agua del interior golpee contra la válvula de cierre o las paredes de la tubería. El ruido es un martilleo distintivo y normalmente solo se produce después de cerrar un grifo o un aparato.
Este ruido puede llegar a ser bastante fuerte y estruendoso. Además de ser alarmante, el golpe de ariete puede dañar las juntas y conexiones en la propia tubería de agua.
Las opciones para solucionar un problema de golpe de ariete son:
Revisar la cámara de aire. La cámara de aire es esencialmente un tubo vertical situado cerca del grifo y conectado a la tubería. Esta cámara está llena de aire que se comprime y absorbe el choque del agua cuando líquido se detiene repentinamente.
Instalar protectores de golpe de ariete. Pequeños dispositivos que se conectan a las tuberías de agua y desvían la fuerza del agua cuando se cierra un grifo.
Chirridos en las tuberías
Los chirridos en las tuberías suelen ser poco preocupantes. Este tipo de ruidos no suele suponer ningún problema, a no ser que el sonido sea muy molesto.
Normalmente estos ruidos se deben a que las tuberías se dilatan y expanden cuando pasa el agua caliente por ellas. Cuando las tuberías se dilatan al calentarse o se contraen al perder temperatura es posible que rocen con algún anclaje, algún perno, viga o cualquier otro elemento constructivo. Estos roces pueden provocar chirridos.
A no ser que el ruido sea muy molesto, o que se estén haciendo obras y se quiera aprovechar para arreglar este inconveniente la reparación no es necesaria en este caso.
Silbidos en las tuberías
Existen varios tipos de silbidos posibles cuando se trata de tuberías:
los silbidos de algún grifo o válvula
los silbidos en el sistema de tuberías
Si solo uno o dos grifos silban cuando funcionan, el problema será muy probablemente una arandela desgastada, un tornillo de latón suelto o un aireador sucio dentro del propio grifo. Para arreglarlo, simplemente hay que cerrar el suministro de agua y reemplazar esas piezas.
Si el silbido parece provenir de todas partes, es posible que haya demasiada acumulación de minerales, una válvula principal de suministro de agua desgastada o un regulador de presión ineficaz. En este caso quizás sea mejor contactar con un experto para que determine la gravedad de cualquiera de estos problemas y recomiende la mejor solución.
La solución dependerá de la edad de las tuberías y de la forma en que esté dispuesto el sistema de suministro.
Presión de agua demasiado alta
Si la presión del agua es demasiado alta, también puede provocar ruidos en las tuberías cuando se abren los grifos. Una presión de agua excesiva provocará vibraciones en las tuberías. Peor aún, la alta presión del agua puede incluso dañar los aparatos que reciben suministro de agua como la lavadora o el lavavajillas.
Se puede comprobar la presión del agua en casa comprando un manómetro de rosca que se atornilla directamente en un grifo o una válvula. Hay que verificar que la presión del agua de casa no exceda de 5,5 Kg/cm2. Si la presión es superior a esta cifra, es mejor solicitar los servicios de un fontanero y pedirle que instale un regulador de presión, ya que una presión de agua demasiado alta puede ser destructiva la instalación.